En un duro comienzo de campeonato, Los Andes no pudo con el equipo de Florencio Varela, y retornó a Lomas con las manos vacías.
El reloj marcaba las 15:34 cuando el señor Ariel González, de cuestionable labor arbitral, hizo sonar su silbato y dio inicio al sueño de permanencia de todo el pueblo de Lomas de Zamora.
El equipo dispuesto por el director táctico Rodolfo Della Picca, alistó con Luciano Díaz; Cristian Vega, Julio Cesar Caldiero, Mariano Sardi, Diego Ludueña; Dario Ruiz, Gustavo Arce, Jonathan Baldo; Jaime Molfeso; Juan Martín y Carlos Alberto Yaqué.
Por su parte, los dirigidos por Ricardo Kuzemka fueron: Hernando; Ciucci, Orrego, Silvio Duarte, facundo Fernández; Darío Zárate, Monay, David Vega; Barrionuevo; Sabadía y Omar Zalazar.
En el inicio del juego, Defensa y Justicia hizo valer tanto la localía como su pasado inmediato en la categoría, y se llevó por delante al equipo mil rayitas, que estaba un poco desorientado.
Los Andes pasó algo de zozobra por aquellos instantes, pero franqueados los diez minutos de juego, tomó la pelota en la mitad de la cancha, y comenzó a hilvanar jugadas que llevaron cierto riesgo al arco defendido por Hernando. La mayoría de ellas terminaron en remates de larga distancia, pero se evidenciaba una mejoría futbolística en cuanto al rendimiento y el juego colectivo.
Tal es así, que a los 19 minutos, Juan Martín corrió una pelota por la franja derecha del ataque que parecía perdida. La ganó y tras lucharla metió un centro fantástico para la llegada de yaqué, quien estrelló la pelota contra el palo de cabeza.
Pudo haber sido la apertura del marcador y el primero de Los Andes, pero el destino fue ingrato, y a los 40 minutos, casi como un aviso de lo que vendría, Defensa y Justicia tuvo una chance inmejorable en los pies de Barrionuevo, quien ingresó en el área de Los Andes gambeteando y perdió ante la atenta salida de Luciano Díaz.
El primer tiempo se encaminaba hacia un empate en los números, pero con una sensación de que el que había hecho más meritos era el mil rayitas, sin embargo, toda la solvencia demostrada en la jugada ante Barrionuevo por parte de Luciano Díaz, se desvaneció en una fatídica salida tras un centro desde la izquierda del ataque de Defensa. El error en el cálculo, hizo que “Lucho” no llegara a despejar con sus puños, y que el cabezazo en una de las tantas humanidades que estaban dentro del área, habilitara a Mariano Sabadía, que solo tuvo que empujarla a la red.
Así se cerró el primer tiempo, con esa sensación amarga en el paladar del pueblo lomense.
Para el complemento, Rodolfo Della Picca hizo ingresar en el equipo a la más flamante incorporación de Los Andes, Elvio Fredrich, quien relevó a Jonathan Baldo.
El reloj marcaba las 15:34 cuando el señor Ariel González, de cuestionable labor arbitral, hizo sonar su silbato y dio inicio al sueño de permanencia de todo el pueblo de Lomas de Zamora.
El equipo dispuesto por el director táctico Rodolfo Della Picca, alistó con Luciano Díaz; Cristian Vega, Julio Cesar Caldiero, Mariano Sardi, Diego Ludueña; Dario Ruiz, Gustavo Arce, Jonathan Baldo; Jaime Molfeso; Juan Martín y Carlos Alberto Yaqué.
Por su parte, los dirigidos por Ricardo Kuzemka fueron: Hernando; Ciucci, Orrego, Silvio Duarte, facundo Fernández; Darío Zárate, Monay, David Vega; Barrionuevo; Sabadía y Omar Zalazar.
En el inicio del juego, Defensa y Justicia hizo valer tanto la localía como su pasado inmediato en la categoría, y se llevó por delante al equipo mil rayitas, que estaba un poco desorientado.
Los Andes pasó algo de zozobra por aquellos instantes, pero franqueados los diez minutos de juego, tomó la pelota en la mitad de la cancha, y comenzó a hilvanar jugadas que llevaron cierto riesgo al arco defendido por Hernando. La mayoría de ellas terminaron en remates de larga distancia, pero se evidenciaba una mejoría futbolística en cuanto al rendimiento y el juego colectivo.
Tal es así, que a los 19 minutos, Juan Martín corrió una pelota por la franja derecha del ataque que parecía perdida. La ganó y tras lucharla metió un centro fantástico para la llegada de yaqué, quien estrelló la pelota contra el palo de cabeza.
Pudo haber sido la apertura del marcador y el primero de Los Andes, pero el destino fue ingrato, y a los 40 minutos, casi como un aviso de lo que vendría, Defensa y Justicia tuvo una chance inmejorable en los pies de Barrionuevo, quien ingresó en el área de Los Andes gambeteando y perdió ante la atenta salida de Luciano Díaz.
El primer tiempo se encaminaba hacia un empate en los números, pero con una sensación de que el que había hecho más meritos era el mil rayitas, sin embargo, toda la solvencia demostrada en la jugada ante Barrionuevo por parte de Luciano Díaz, se desvaneció en una fatídica salida tras un centro desde la izquierda del ataque de Defensa. El error en el cálculo, hizo que “Lucho” no llegara a despejar con sus puños, y que el cabezazo en una de las tantas humanidades que estaban dentro del área, habilitara a Mariano Sabadía, que solo tuvo que empujarla a la red.
Así se cerró el primer tiempo, con esa sensación amarga en el paladar del pueblo lomense.
Para el complemento, Rodolfo Della Picca hizo ingresar en el equipo a la más flamante incorporación de Los Andes, Elvio Fredrich, quien relevó a Jonathan Baldo.
Más adelante le dio la oportunidad a Juan Ignacio Acosta Cabrera, que tomó el lugar de Jaime Molfeso, quien con el transcurrir de los minutos fue desvaneciendo su presencia en el campo de juego.
Con estas modificaciones, el mil rayitas intentó torcer la historia pero no tuvo éxito.
A los 11 minutos, tras una pelota fantásticamente puesta por Barrionuevo, Omar Zalazar quedó mano a mano con Luciano Díaz, y no perdió su oportunidad. Era el 2 a 0, y el fin de la historia.
Ese fin de la historia pudo verse postergado, si no le hubieran anulado mal un gol al mil rayitas a los 13 minutos.
El árbitro, interpretó que alguien golpeó a Hernando en el área tras un corner de Fredrich, y de esa manera impidió el descuento. La realidad indica que el arquero de Defensa y Justicia se cayó solo.
El resto estuvo de más. Se careció de ideas para lograr la reducción en el marcador, y Luciano Díaz evitó en más de una oportunidad que el resultado fuera más abultado.
Cuando se moría el partido, Juan Martín tuvo en su cabeza en dos oportunidades el grito tan ansiado, pero no pudo ser.
En el fútbol se gana con los goles, y el “Halcón” de Varela hizo dos. ¿Qué hubiera pasado si el cabezazo del “Beto” hubiera entrado? Nadie lo sabe, pero en ese momento se avizoraba otra realidad. ¿Qué hubiera sucedido si no le anulaban el gol a los 13 del segundo tiempo? Otra incógnita irresuelta.
Lo importante es que por momentos Los Andes demostró que tiene con qué dar pelea, y hay que estar confiados de que en pocos partidos más encontrará el funcionamiento óptimo para sumar los puntos necesarios para la permanencia.
Con estas modificaciones, el mil rayitas intentó torcer la historia pero no tuvo éxito.
A los 11 minutos, tras una pelota fantásticamente puesta por Barrionuevo, Omar Zalazar quedó mano a mano con Luciano Díaz, y no perdió su oportunidad. Era el 2 a 0, y el fin de la historia.
Ese fin de la historia pudo verse postergado, si no le hubieran anulado mal un gol al mil rayitas a los 13 minutos.
El árbitro, interpretó que alguien golpeó a Hernando en el área tras un corner de Fredrich, y de esa manera impidió el descuento. La realidad indica que el arquero de Defensa y Justicia se cayó solo.
El resto estuvo de más. Se careció de ideas para lograr la reducción en el marcador, y Luciano Díaz evitó en más de una oportunidad que el resultado fuera más abultado.
Cuando se moría el partido, Juan Martín tuvo en su cabeza en dos oportunidades el grito tan ansiado, pero no pudo ser.
En el fútbol se gana con los goles, y el “Halcón” de Varela hizo dos. ¿Qué hubiera pasado si el cabezazo del “Beto” hubiera entrado? Nadie lo sabe, pero en ese momento se avizoraba otra realidad. ¿Qué hubiera sucedido si no le anulaban el gol a los 13 del segundo tiempo? Otra incógnita irresuelta.
Lo importante es que por momentos Los Andes demostró que tiene con qué dar pelea, y hay que estar confiados de que en pocos partidos más encontrará el funcionamiento óptimo para sumar los puntos necesarios para la permanencia.
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