Pescado Frito.

Los Andes venció a Aldosivi por 2 a 0 ayer en Mar del Plata por la duodécima fecha del torneo de la B Nacional.

Los goles del mil rayitas fueron convertidos por Marcos Britez Ojeda y Gonzalo Bustamante a los 40 y 52 minutos respectivamente.

En la cabeza de “Quique” estaba todo diagramado para afrontar éste partido.
Ante las ausencias obligadas por lesión y por suspensión, el entrenador debió apelar al ingenio, para parar un equipo que diera batalla, y que incomodara al local.
Con un esquema poco tradicional, con una especie de 5-3-1-1, el equipo resignó gente en ataque para que el habilidoso del equipo rival tuviera siempre una marca encima. El encargado de pegarse a Elvio Martínez, fue Gustavo Arce, quien se adelantaba un poco de la línea defensiva, y marcaba los movimientos del 10.
Con esa intención, Hrabina, puso en cancha a Walter Cáceres; Cristian Vega, Julio Caldiero, Gustavo Arce, Mariano Sardi, Matías Maidana; Maximiliano Acosta, Marcos Britez Ojeda, Elvio Fredrich; Gonzalo Bustamante; y Juan Acosta Cabrera.
Por su parte, Andrés Rebottaro, envió al terreno de juego a Pablo Campodónico; Nahuel Roselli, Sebastián Pena, Darío Cajaravilla, Walter Alcaraz; Alejandro Verón, Juan Ignacio Briones, Jorge Velázquez; Elvio Martínez; Diego Leclercq y Aldo Visconti.
En esta oportunidad, el partido tuvo un desarrollo atípico, en el cual no se vio la habitual vocación ofensiva, sino una actitud paciente frente al tiburón.
Podría decirse que a diferencia de otros encuentros, ayer, el equipo no jugó bonito, pero sí inteligentemente. Se dedicó a esperar, a marcar, y a golpear en los momentos justos, como le han hecho a Los Andes a lo largo de todo el campeonato.
Los puntos altos fueron varios. Pero pueden resaltarse las actuaciones de Maxi Acosta y de Cubito Cáceres. Acosta le dio la cuota de explosión y de picardía al equipo, y “Cubito”, estuvo seguro y rápido en todas sus intervenciones.
Aún resignando un atacante, sobre los 35 minutos el partido era parejo y de ida y vuelta. El equipo marplatense proponía, pero no encontraba solución al planteo que hizo “Quique”. Por su parte Los Andes, recuperaba la pelota y usaba a sus carrileros para los contragolpes.
Y en uno de tantos intentos, Gonzalo Bustamante recibió la pelota, y levantó la cabeza para asistir a un increíblemente desmarcado Marcos Britez Ojeda, quien solo tubo que controlar el balón, acomodarse para su pierna derecha, y clavarla en el ángulo izquierdo del arquero Pablo Campodónico. Golazo, y alegría infinita para este plantel que ha sufrido tanto inmerecidamente.
Para la segunda mitad, era lógica una subida desesperada en búsqueda de la igualdad por parte de Aldosivi, que intentó llevarse por delante al mil rayitas. Afortunadamente, Los Andes supo salir del asedio de esos dos o tres minutos del inicio, y seguir contragolpeando.
Lo mejor estaba por venir. Como un antecedente, a los 52 minutos, tras una muy buena combinación de toques, Marcos asistió al “cordobés”, y este definió en forma defectuosa, posibilitando que ganara el arquero. Pero cuando todos pensaron que la jugada había terminado, el rebote fue capturado por Maxi Acosta, quien le puso una pelota milimétrica en el área a Gonzalo, que esta vez no falló. Derechazo fuerte contra el palo derecho del 1 local, y locura general en Lomas de Zamora.
El resto estuvo decididamente de más. Nunca supo sortear el tiburón, la red defensiva que Hrabina tiró en el océano marplatense.
Algunas llegadas con pelotas aéreas solamente, bien resueltas por Cáceres.
Vaya si habrá servido la levantada frente a Ferro del sábado pasado. Hoy el equipo goza de su mejor momento desde que comenzó esta dura travesía llamada Nacional B. Acaba de conseguir su primer triunfo en condición de visitante, y nada menos que contra uno de los dos punteros.
Ahora, hay que ratificar este gran momento, y dar el salto que nos haga despegar del fondo de la tabla de promedios, que es el objetivo número uno de este equipo.
¡Vamos hincha mil rayitas!, que es difícil pero no imposible.