lunes, 1 de diciembre de 2008

Empate en 2 con sabor a nada.

Los Andes y Almagro igualaron 2 a 2 este sábado en el Estadio Eduardo Gallardón en el marco de la decimoséptima fecha del torneo de la B Nacional.

Los once iniciales de Los Andes fueron Walter Cáceres; Cristian Vega, Julio César Caldiero, Mariano Sardi, Matías Maidana; Maximiliano Acosta, Marcos Brítes Ojeda, Elvio Fredrich; Gonzalo Bustamante, Jaime Molfeso; Carlos Alberto Yaqué.
Por el lado de Almagro, los once del arranque fueron Diego Pave; Hernán Lillo, Gabriel Lobos, Alejandro Meloño, Damián Nieto; Pablo Mannara, Matías Raposo, Gerardo Rivero, Julio Junco; Eduardo Dos Santos y Cristian Cayetá.

A los 2 minutos del primer tiempo, Cayetá abrió la cuenta para Almagro, pero la primera etapa del juego terminó empardada, ya que a los 36`, Mariano Sardi, de penal, igualó las acciones. En el segundo tiempo, al minuto de juego Gabriel Lobos convirtió un gol en contra, dandole la ventaja a su ex equipo, pero Saad puso cifras definitivas a los 32´, para que el partido fuera un empate en 2 tantos.

El partido fue de trámite raro. Ya a los dos minutos de juego, la visita se encontró inesperadamente con la ventaja en el marcador. Hubo mérito del ataque tricolor, y un error grosero en la defensa mil rayitas, ya que tres jugadores fueron sobre Cayetá, quien hilbanó una pared y terminó definiendo incómodo, pero convirtiendo el primero de su equipo.
A partir de ese momento, Los Andes comenzó lenta pero progresivamente, a inclinar la cancha. La única oportunidad por esos momentos que tuvo Almagro fue un tiro libre indirecto dentro del área por jugada peligrosa.
El resto fue todo para el Mil Rayitas.
Hubo dos tiros de media distancia muy buenos de Gonzalo Bustamante y Cristian Vega.
Pero más allá de que el partido era favorable a Los Andes, “Quique” entendió que el equipo necesitaba un poco más de explosión, y a los 21 minutos, sacó del terreno de juego a Elvio Fredrich, y puso a Martín Castagnino.
Desde ese momento, Los Andes fue un poco más punzante. Hubo muy buenas combinaciones entre Molfeso y Bustamante, y se tuvo chances de igualar el marcador.
Recién a los 35´, desestabilizaron al “Beto” Yaqué en el área, y Guillermo Rietti cobró penal. A los 36, Mariano Sardi, (en el segundo intento, puesto que el primero fue atajado por Diego Pave, pero se había adelantado) puso la igualdad transitoria.
Así se fue el primer tiempo, con Los Andes empujando y con Almagro cobijado frente a su arco.
Para los últimos 45 minutos, la lluvia se tornó cada vez más molesta. Los relámpagos en el cielo de Lomas hacían temer la misma medida tomada en la boca, donde por esas horas, se suspendía el partido entre Huracan y San Lorenzo.
Afortunadamente, en Lomas no se llegó a tal instancia.
Y al igual que en el primer tiempo, pero en esta oportunidad a favor de Los Andes, un error de la defensa cambió el resultado.
Al minuto de juego nada más, Jaime Molfeso envió un centro al área de Almagro, y Gabriel Lobos, queriendo despejar el balón, lo envió a dormir junto alo palo derecho de su propio arquero. ¡Gracias Gaby!
El técnico de Almagro se la jugó. Cambió su esquema de juego, y pasó a defender con tres jugadores, para sumar gente en ataque.
Por su parte, Los Andes se dedicó a esperar y a salir de contra.
Y pudo haber sido de utilidad esa estrategia, pero todas las chances que tuvo en ataque fueron desperdiciadas. Una en los pies de Yaqué, quien para no definir con pierna izquierda debió hacer un rodeo para rematar.
Otra y tal vez la más clara, en la cabeza de Marcos, jugada en la cual se llevó la destreza y el juego colectivo a su punto máximo, pero que pudo haber sido definida antes.
Como dice el manual histórico del fútbol, los goles que no logras convertir en el arco del rival, terminan siendo capitalizados por estos, y a los 32´, Matías Saad, tras una buena jugada de contragolpe, igualo las acciones.
Ya prácticamente no hubo tiempo para nada más.
Para destacar fueron las actuaciones de los dos arqueros. Cubito desvió un remate espectacular que se colaba en el ángulo, y el 1 de Almagro, le ahogó el triunfo a Los Andes sobre el final, despejando un cabezazo letal de Darío Ruiz.
Este fue un tropezón en nuestra propia cancha. Algo que no nos puede suceder si queremos lograr el objetivo de mantener la categoría. Pero lo bueno, es que Los Andes depende de sí mismo. Este jueves lo espera Rafaela, una magnífica parada para levantarse. ¡Vamos Mil Rayitas, que podemos ganar allá!

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